18 Jun Romper tópicos
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La población senior (mayores de 55 años) va a crecer con toda seguridad en el mercado laboral español. La reducción del número de jóvenes, el envejecimiento general y el aumento de la esperanza de vida explican este crecimiento, favorecido por el predominio de trabajos que no suponen gran esfuerzo físico y por las mejores condiciones de salud que tiene la gente mayor. No obstante, este desembarco de más trabajadores de edad en el mercado laboral va a suponer nuevos desafíos, entre los que no resulta menor combatir algunos tópicos sobre las condiciones de su actividad. Uno de los más aireados es que tienen una productividad, una capacidad de adaptación, o una motivación o ambición menores que los trabajadores jóvenes.
Todos lo hemos oído, pero nadie lo ha probado con trabajos empíricos rigurosos; más bien lo que si se observa muchas veces es precisamente lo contrario. Habrá que enfrentarse también a la opinión de que los trabajadores de más edad ocupan los puestos más relevantes del escalafón, cuestan mucho más y tienden a bloquear la incorporación y posibilidades de promoción de los jóvenes. Si esta afirmación pudo tener algún fundamento en el pasado, no se podrá sostener en el futuro porque cada vez habrá menos activos jóvenes disponibles para el trabajo debido a la entrada en la pirámide laboral de generaciones muy pequeñas.
Otro desafío reside en la falta de estrategias de la mayoría de las empresas para gestionar adecuadamente a sus ocupados mayores. No existen planes integrales con objetivos claros y calendario para favorecer su actividad en las mejores condiciones posibles para ellos y las propias compañías.
Y, por último, será necesario un diálogo social para dibujar el marco en el que se desarrollará la actividad más prolongada de los seniors. La Administración debe facilitarla, los sindicatos no entorpecerla, las empresas definir esas acciones para que el trabajo se desarrolle en las condiciones de satisfacción y productividad adecuadas y los trabajadores tomar conciencia de que con esperanzas de vida que pronto superarán los 90 años deben asumir que sus vidas laborales tienen que ser más largas.
Artículo de Rafael Puyol, Director del Observatorio de Demografía y Diversidad del IE, en ABC el 18 de junio de 2018.
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