17 Oct Una demografía de luces y sombras
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El Instituto Nacional de Estadística ha vuelto a ofrecer sus proyecciones demográficas con horizontes a 15 y 50 años. Es preciso recordar que una proyección no es una predicción sino un reflejo de la evolución que tendría la población, en este caso de España, en el caso de que se mantuvieran las tendencias actuales de la natalidad, mortalidad y migraciones. En definitiva, una proyección señala una evolución posible y hasta probable, pero no segura e inmutable. Los cálculos a 50 años (2068) se pierden demasiado en la lejanía. Son pronósticos de luces muy largas que solo dejan entrever los contornos de una demografía a la que pueden afectar cambios difíciles de prever en un tiempo tan extenso. En cambio, los que se hacen a 15 años (2033) van a reproducir con mucha mayor exactitud los resultados que finalmente observemos.
Los vaticinios a 15 reflejan un panorama de luces y sombras. Una primera luz es que seguiremos creciendo. En 2033 habrá 2,4 millones de personas más viviendo en nuestro territorio. Una primera gran sombra es que durante todo este tiempo habrá más muertes que nacimientos y un crecimiento interno negativo.
Una segunda luz es que seguirá aumentando la esperanza de vida al nacer y la que tendremos a los 65 años. En 2033 los varones podrán esperar vivir casi 83 años y las mujeres cinco más. Una segunda sombra es que tendremos menos población joven. El descenso de la natalidad provocará que haya 1,2 millones menos de jóvenes menores de 15 años.
Una nueva luz es que vuelve a crecer la inmigración que hasta el año final de la proyección ofrecerá un saldo neto de 3,4 millones. Y hay una tercera sombra que no la deberíamos ver solo como tal. Aumentará la población de 65 y más años hasta representar un 25% en 2033. Pero el envejecimiento hay que considerarlo también como una conquista social con más gente viviendo más años en buenas condiciones de salud. Asistimos, por lo tanto, a un claroscuro demográfico en el que las sombras se van acentuando. Eso nos debería preocupar y movernos a actuar para que la oscuridad no acabe dominándonos.
Artículo de Rafael Puyol, Director del Observatorio de Demografía y Diversidad del IE, el 16 de octubre de 2018 en ABC.
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