Envejecimiento saludable

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Algunos investigadores afirman que somos una de las últimas generaciones de mortales y que pronto los humanos llegaremos a la inmortalidad. Y aconsejan que si alguien tiene esa pretensión lo mejor, por el momento, es someterse a un proceso de criopreservación a la espera de mejores condiciones para la vida eterna.

Es posible que algún día vivamos para siempre, pero al menos, es seguro  que viviremos más. La esperanza de vida al nacer alcanza en los países más adelantados los 87 años entre las mujeres y los 80 en el caso de los hombres. Cada año aumenta unos meses de tal manera que en el 2050 (inmortalidad excluida) las cifras serán de 94 años para las féminas y 88 para los varones. Y como es lógico, esos valores medios crecientes exigirán que cada vez más personas vivan cien y más años. Creo que pronto se superará el record estadístico de la longevidad que hoy detenta la francesa Jeanne Calment que vivió 122 años, 5 meses y 14 días. Nuestros umbrales de “lo mayor” han ido cambiando y aún cambiarán más en el futuro. Antes se era viejo a los 50. Hoy por encima de los 70, mañana serán los 90, ¿y pasado mañana? ¿Dónde está el límite de la vida humana (si es que lo tiene)? Evidentemente no lo sé, pero lo que sí sé es que vamos a ser durante mucho más tiempo jóvenes-adultos y que lo que llamamos envejecimiento es en realidad un proceso de rejuvenecimiento de la población. Y que eso va a cambiar profundamente nuestra sociedad y nuestra economía: el mercado de trabajo, el consumo, las transferencias intergeneracionales, la composición de la familia, la sanidad y el ocio, los resultados electorales, la tributación, las pensiones y tantas otras cosas.

El envejecimiento/rejuvenecimiento es un fenómeno serio que nos afecta a todos. Tiene elementos preocupantes, pero el más grave de todos es que no nos ocupemos de él. Porque si lo hiciéramos y definiéramos políticas adecuadas para enfrentarlo algunas de sus consecuencias más negativas podrían ser corregidas. Algún día quizás una persona de 100 años pueda estar tan joven como una de 50. Pero mientas eso no llegue debemos luchar por un envejecimiento cada vez más saludable.

Rafael Puyol

Director del Observatorio de Demografía del I.E.

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